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Entre la multitud de cannabinoides presentes en el cáñamo, el CBGA sigue siendo poco conocido. Sin embargo, sin él, los demás cannabinoides simplemente no existirían. Verdadero precursor biosintético, el CBGA es la base de la formación de los principales compuestos activos del cannabis. En este artículo, The Greenstore te ofrece una visión general del CBGA, su origen, sus diferencias con el CBG y sus posibles beneficios para la salud.
Esto es lo que debe saber sobre el CBGA.
El CBGA, o ácido cannabigerólico, es un cannabinoide ácido que se encuentra en la planta de cannabis. Está presente en los tricomas, que son pequeñas glándulas de resina en las flores. Se le llama el "cannabinoide madre". Esto significa que crea los otros cannabinoides importantes a través de un proceso enzimático.
En otras palabras, sin CBGA, no hay THCA (precursor del THC), CBDA (precursor del CBD) ni CBCA (precursor del CBC). A través de estas conversiones, el CBGA desempeña un papel central en el desarrollo químico de la planta de cáñamo.
El CBGA se forma de forma natural en el corazón del ciclo vital de la planta de cannabis, desde las primeras etapas de su desarrollo. En pocas palabras, la planta produce primero dos compuestos básicos: el ácido olívico y el geranil pirofosfato. Estos dos elementos encajan como piezas de un rompecabezas para formar el CBGA.
Es a partir de este CBGA que se produce la magia: gracias a la acción deenzimas específicas, se transforma en varios otros cannabinoides ácidos:
Estas transformaciones son naturales y se producen a medida que la planta madura.
Por último, en algunos casos, una pequeña proporción de CBGA puede convertirse directamente en CBG, sin pasar por las otras etapas. Esto ocurre principalmente cuando la planta se expone al calor o a la luz en una fase temprana, fenómeno conocido como descarboxilación.
Aunque sus nombres son similares, el CBGA y el CBG son dos formas muy diferentes del mismo cannabinoide. El CBGA es la forma original, ácida, mientras que el CBG es la versión "activa", obtenida tras un proceso llamado descarboxilación.
En la práctica, el CBGA está presente en la planta en estado bruto, antes de ser expuesta al calor o a los rayos UV. Cuando la planta se calienta (por ejemplo, durante la combustión, la vaporización o incluso durante la cocción), el CBGA pierde una molécula de dióxido de carbono (CO₂) y se convierte en CBG.
Esta transformación altera ligeramente la estructura química del compuesto, lo que influye en la forma en que interactúa con nuestro organismo. Aunque el CBGA y el CBG comparten ciertas similitudes, sus efectos pueden diferir: en concreto, el CBGA parece actuar más en sentido ascendente sobre los mecanismos metabólicos, mientras que el CBG es más conocido por sus efectos antiinflamatorios y antibacterianos.
Otra diferencia es su presencia natural en el cáñamo. El CBGA se produce en mayores cantidades al principio de la vida de la planta, pero como sirve de base para la creación de otros cannabinoides (como el CBD o el THC), se vuelve más raro a medida que la planta madura. El CBG, por otro lado, está presente en cantidades muy pequeñas en la mayoría de las variedades de cáñamo, lo que lo convierte en un cannabinoide bastante raro... a menos que la planta se haya cultivado especialmente para producir más cantidad.
En resumen, el CBGA es el punto de partida, el precursor. El CBG es el resultado final tras la transformación. Están relacionados, pero desempeñan funciones diferentes en la planta y en nuestro organismo.
El CBGA está empezando a despertar el interés de los investigadores, entre otras cosas por su papel central en la biosíntesis de otros cannabinoides. Aunque todavía está poco estudiado en comparación con compuestos como el CBD o el THC, ciertas vías científicas apuntan a un potencial interesante.
Entre los efectos más ampliamente estudiados, el CBGA parece ser capaz de interactuar con determinados receptores implicados en el metabolismo, en particular los receptores PPAR (receptores activados por el proliferador de peroxisomas). Estos receptores desempeñan un papel importante en la regulación del almacenamiento de grasas, los niveles de azúcar en sangre y los perfiles lipídicos.
Esto sugiere que el CBGA podría tener un impacto positivo en el equilibrio metabólico, en particular apoyando funciones como la gestión del colesterol o los triglicéridos. Por supuesto, se trata aún de resultados preliminares, observados principalmente en el laboratorio (in vitro) y no en ensayos clínicos a gran escala.
Al igual que otros cannabinoides, el CBGA también está siendo estudiado por su potencial antioxidante. Podría ayudar a neutralizar ciertas formas de estrés oxidativo, un proceso natural vinculado al envejecimiento celular y a numerosos desequilibrios del organismo. Esta acción antioxidante podría, en última instancia, ser de interés para la investigación en diversos campos, desde la conservación celular hasta el bienestar general.
A pesar de su evidente potencial terapéutico, el CBGA sigue estando relativamente poco explotado en los productos a base de cáñamo. Su fragilidad y rápida transformación en otros cannabinoides dificultan su estabilización. Sin embargo, con los avances en las técnicas de extracción y el auge del mercado del CBD medicinal, es probable que pronto aparezcan nuevas formulaciones ricas en CBGA.
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