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Los científicos que ya han descubierto estos sorprendentes efectos invitan cada vez más a otros investigadores a profundizar en el tema para ampliar nuestros conocimientos sobre este notable compuesto. Las interesantes publicaciones de este año se centran sobre todo en la lucha contra la adicción y en el tratamiento de enfermedades graves (epilepsia, esclerosis múltiple, Alzheimer, etc.).
La ciencia sigue interesándose por las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias del CBD. Estas propiedades están reconocidas desde hace ya varios años, y los científicos coinciden año tras año en esta información a medida que profundizan en el tema.
Los efectos secundarios son siempre una parte importante del tratamiento. A veces incapacitantes, desagradables en el mejor de los casos, son al menos inevitables. El CBD, del que se dice generalmente que es muy bien tolerado por el organismo adulto, no escapará a los estudios en profundidad sobre el tema: un reciente estudio científico confirma que es bien asimilado por el organismo, al tiempo que destaca las posibles interacciones entre el CBD y algunos otros tratamientos (como el ácido valproico o el clobazam, utilizados en los tratamientos de la epilepsia en particular). La interacción entre el CBD y el clobazam también se ha analizado con más detalle en un estudio italiano y otro estadounidense en los que se alertaba a pacientes que padecían el síndrome de Dravet (epilepsia infantil).
Esta investigación sobre los efectos negativos de la toma conjunta de CBD y clobazam es legítima ya que, en los últimos años, el CBD se ha forjado una muy buena reputación gracias a su uso en la lucha contra la epilepsia (síndrome de Lennox-Gastaut y síndrome de Dravet). Su efecto positivo (reducción del número de crisis epilépticas) se menciona con regularidad, pero esto no impide que la investigación siga profundizando en el tema.
En particular, este año se demostró que una dosis de 10 mg/kg/día conducía a una reducción significativa del número de convulsiones en el caso del síndrome de Dravet (esta reducción de las convulsiones en el síndrome de Dravet gracias al CBD también fue objeto de una publicación italiana este año).
En términos de neuroprotección, además de la epilepsia, el efecto del CBD se ha estudiado en el contexto de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer (un estudio chino destacó una interesante inhibición de la degradación neuronal) y la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, las investigaciones sobre estos temas no han hecho más que empezar.
Además de ser antioxidante y antiinflamatorio, las propiedades inmunosupresoras del CBD también han sido destacadas en un estudio estadounidense: esto podría tener efectos muy beneficiosos en enfermedades autoinmunes degenerativas como la esclerosis múltiple.
El uso del CBD en la lucha contra la adicción ya se había propuesto en varias ocasiones, lo que puede haber sorprendido a algunos. Esta sorprendente propiedad ha vuelto a ser estudiada ahora, para reforzar la literatura sobre el tema, por un estudio inglés sobre la adicción al cannabis (THC): a lo largo de 3 años de ensayos clínicos, el equipo de científicos pudo concluir que el CBD en diferentes dosis (400 mg y 800 mg) era un tratamiento seguro y más eficaz que el placebo para reducir el consumo de cannabis.
La adicción a la cocaína no es una excepción: científicos españoles han realizado un estudio en ratas para analizar el papel del CBD en la atenuación del efecto de recompensa tras el consumo de cocaína. Se trata de una interesante vía a explorar, ya que actualmente no existen fármacos aprobados por la FDA (Food and Drug Administration) para tratar este trastorno, mientras que el CBD es un cannabinoide aprobado por la FDA.
Es asombroso descubrir, año tras año, todo lo que hay detrás de la planta del cáñamo. Cada vez se realizan más estudios científicos para entender mejor cómo funciona el CBD y descubrir sus increíbles propiedades medicinales para enfermedades a veces muy graves, minimizando al máximo los efectos secundarios.
Una cosa es segura: ¡no hemos oído hablar por última vez de la flor del CBD en la ciencia!
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