Prohibición de la venta de flores de CBD en Francia: ¡no hemos dicho nuestra última palabra!

El 25 de mayo de 2021, AFP publicó un proyecto de decreto de la oficina del Primer Ministro francés (así que sí, ¡todavía no se ha hecho nada!) destinado a regular la industria francesa del CBD en su totalidad. El proyecto de decreto también pretende regular la producción y venta de productos derivados del cannabidiol, como aceites de CBD, cosméticos de CBD, etc.

Buenas noticias La industria del CBD se beneficiará a partir de ahora de un marco jurídico claro. ¡Se acabó la inseguridad jurídica en torno a los productos de CBD! Los minoristas podrán vender productos de CBD legalmente y los consumidores podrán comprarlos y consumirlos con total tranquilidad.

Desde ese punto de vista, parece un gran paso adelante. Pero la realidad es bien distinta. Se limita a confirmar la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que reconoce la legalidad del CBD.

¡Gran interrogante sobre el estatus de la flor de CBD! Esta presentación del decreto en curso de redacción confirma la intención del gobierno de prohibir la venta y el uso de la flor de cáñamo en bruto en Francia. Esto se aplica tanto a las flores vaporizadas como a las infusiones, por razones de salud pública. ¿Cómo prohibir la flor de CBD y autorizar los productos cuyos principios activos proceden de estas mismas flores?

Legislación paradójica

Nótese la gran paradoja de este proyecto de decreto. Prohibir la comercialización de la flor de cáñamo en bruto con fines de salud pública mientras se autoriza el cultivo de la flor de cáñamo en Francia. ¿Por qué? A un compromiso económico y político, porque Francia es el primer productor europeo de cáñamo. No podemos permitirnos perder esta cuota de mercado. Y en detrimento de los minoristas de flor de cáñamo en Francia.

Otra contradicción de nuestro Gobierno es que las flores de CBD pueden exportarse a Francia desde los países de la Unión Europea donde se producen legalmente. Los consumidores franceses podrán seguir consumiendo flores de CBD haciendo pedidos a tiendas en línea con sede en países de la UE. Esto se debe a la imposibilidad de controlar el comercio transfronterizo, lo que supondría un obstáculo para el mercado común de la Unión Europea.

Pero, ¿qué sentido tiene prohibir la comercialización de esta flor en Francia? Para nada. Impulsará las ventas de cannabis legal online en Europa. Provocará el cierre de tiendas físicas especializadas en CBD y socavará la famosa regulación del consumo de la flor de CBD.

Alegando que las plantas de cáñamo y las flores de CBD están destinadas a ser fumadas, el Gobierno ha decidido prohibirlas, incluso en forma de infusión. Las autoridades sanitarias aducen los peligros de fumar. Sin embargo, las flores utilizadas en infusiones se mezclan con muchas plantas. ¿Cómo se fuma una mezcla de flores y plantas de CBD? Los preparados para infusiones tendrían que diseccionarse hoja por hoja... Sobre todo porque las infusiones contienen muchas más plantas que las flores de CBD.

Más información sobre la ley del CBD en Francia.

¿Cómo se justifica esta decisión por motivos de salud y orden público?

Las razones del Gobierno para tomar esta decisión son la salud y el orden público.

Matignon justifica la prohibición propuesta desde el punto de vista del orden público alegando que es difícil distinguir las flores de cáñamo CBD de las flores de cannabis recreativo durante los controles. Hay que decir que autorizar la producción de flor de cáñamo para extraer sus principios activos dará lugar a la circulación de enormes cantidades de flor de cáñamo destinadas a los extractores. Esto no supondrá ninguna diferencia para la policía, que seguirá estando obligada a realizar controles sin que exista un protocolo que permita distinguir entre los distintos tipos de flor. Esto supondrá una cantidad astronómica de trabajo para un reducido número de personal competente.  

Sin embargo, el Syndicat Professionnel du Chanvre había propuesto una solución mediante la certificación de la producción y la concesión de licencias a las tiendas de flores CBD para garantizar el origen, la autenticidad y, sobre todo, la legalidad de los lotes en cuestión.

Por lo que respecta a la salud pública, es difícil aplicar las normas sanitarias vigentes en la legislación francesa a las flores exportadas del extranjero.

Hoy en día se comercializan en Francia varios productos cuyo impacto en la salud es más que perjudicial. Sin embargo, están sujetos a una reglamentación estricta y su venta está autorizada bajo licencia. Es el caso de los productos a base de nicotina y el tabaco, que están gravados por el Estado. Al igual que el alcohol.

Nuestro objetivo es hacer que el consumo de CBD sea más seguro para el consumidor final. Proporcionando un marco claro y justo para los distintos actores del ecosistema de la industria del cáñamo.

Regular la producción de CBD es bueno para la industria del CBD

Este proyecto de decreto ofrece muchas ventajas a los comerciantes y consumidores de CBD.

En primer lugar, marca el reconocimiento legal del CBD en Francia. Aunque esto es así en la Unión Europea, hasta ahora existía una gran inseguridad jurídica en Francia en relación con la venta y el consumo de cannabidiol. Y ello a pesar de las decisiones del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas que han sentado precedente.

Será posible cosechar flores de cáñamo y extraer los principios activos (terpenos y cannabinoides) del CBD en cuanto se apruebe el decreto.  

También autorizará la fabricación de productos con cannabidiol derivados de la extracción de principios activos de las flores del cáñamo. También fijará el contenido máximo de THC para cada producto.

Este decreto tendrá un impacto negativo en la venta de flores de CBD en Francia

Causará graves perjuicios a la policía, que no está capacitada para tratar con usuarios, comerciantes y agricultores. Los tribunales, que ya están saturados, tendrán que tramitar casos con fundamentos jurídicos cuestionables.

Los agricultores y comerciantes franceses podrían enfrentarse a una competencia desleal en nombre del mercado común. Por último, el Estado podría fomentar el consumo de cannabis recreativo ilegal impidiendo la regulación de la venta y el consumo de cannabidiol.

Muchos malentendidos jurídicos y mediáticos, a falta de una apertura y una reglamentación eficaces, perjudicarán a los agentes económicos del sector en Francia: agricultores y minoristas en particular. Pero sobre todo al consumidor, que comprará productos que no cumplen la normativa sanitaria y cuya trazabilidad será difícil de definir.

El Greenstore se une al Syndicat du Chanvre para emprender una acción judicial conjunta.

El nuevo marco jurídico es impugnable. Junto con el Syndicat du Chanvre, presentaremos una demanda colectiva ante el TJUE, el Conseil d'Etat y los tribunales, caso por caso. Este proyecto de decreto no tiene ninguna base viable de interés público. Es el resultado de un arbitraje político con vistas a las elecciones presidenciales.

Estamos a favor de regular la venta y el cultivo de flores de cáñamo y productos derivados del CBD. Vemos muchas ventajas para vendedores y cultivadores, pero sobre todo para la salud y la seguridad de los consumidores.

El objetivo es contar con una industria del cáñamo legal, supervisada y segura. Estamos trabajando para introducir la certificación de la producción de flores de cáñamo y garantizar la trazabilidad de los productos. La salud y la calidad de nuestros productos son nuestra prioridad.

Nada está escrito en piedra: ¡todavía no hemos dicho nuestra última palabra!

La flor de CBD tiene un futuro prometedor en Francia. Regular su producción y venta es esencial para el éxito de la industria del CBD. Todos nuestros países vecinos cuentan con una legislación que regula su fabricación y venta. Esto ha sido beneficioso tanto para la economía como para los consumidores, que se benefician de productos diversificados y de alta calidad que cumplen la normativa sanitaria.

Este marco jurídico es muy cuestionable porque no se justifica a la luz de los argumentos esgrimidos por el Gobierno. Corre el riesgo de ser inaplicable, a falta de un marco real para todos los actores: fuerzas del orden, agricultores, vendedores y consumidores.

Parece que las incertidumbres y los malentendidos de 2018 podrían repetirse. No permitamos que decisiones políticas carentes de sentido común perjudiquen el futuro de nuestra industria, tan prometedora en Francia y en Europa.